Si hablamos en términos psicológicos, el estrés es un proceso en el que agentes externos comprometen o superan la capacidad adaptativa de un organismo, en este caso, de nosotros como seres humanos. Esto termina repercutiendo en cambios psicológicos o biológicos aumentando el riesgo a la enfermedad.

De ahí nace la razón de muchos dolores de cabeza, de espalda, algunas gripas y en ocasiones hasta gastritis y otras enfermedades.

El estrés tiene dos formas de ser manejado, en términos psicológicos se le denomina Distrés, cuando tenemos un nivel de respuesta excesivo emocional y físico frente a un estímulo, el cual permanece con el tiempo. Se representa mucho en espasmos, dolores musculares y en ocasiones defensas bajas que conllevan a cualquier enfermedad.

Por el otro lado se encuentra el estrés, que es un nivel proporcional de respuesta al estímulo que lo causa, pero a corto plazo. Es algo que superamos rápido al tomar decisiones.

Es normal que el estrés nos vuelva personas irritables, nace de la frustración que ciertas actividades o relaciones nos genera. Lo más importante es buscar actividades que nos ayuden a encontrar un alivio de la situación.

Así que cuando hablamos sobre el estrés, lo primero que debemos tener en cuenta son las reacciones que tenemos frente a él.

El camino a mejorar nuestra estabilidad

Es importante buscar caminos que nos ayuden a liberar el estrés generado por diferentes situaciones. Además de trabajar en nuestra forma de reaccionar a las situaciones que nos generan estrés.

Busca un hobbie que te ayude a desconectarte de los pensamientos que tienes habitualmente. En algunas ocasiones puede ser la pintura, hacer música o hasta practicar con un saco de boxeo, entre otros. No a todos nos funcionan las mismas actividades, debe ser algo que nos guste y nos mantenga enfocados. Recuerda que el propósito es distraer la mente.

Haz ejercicio, ya sea salir a trotar, clases de baile o de cualquier actividad física. Este tipo de actividades libera en nuestro cuerpo endorfinas y químicos naturales que nos ayudan a sentirnos mejor, aumentando nuestro bienestar.


El estrés puede llevar a comer de formas inadecuadas, una meta interesante para nuestro cuidado personal es agregar más a nuestra dieta una buena cantidad de frutas, vegetales y cereales integrales.

Dormir lo necesario y bien ayuda a segregar químicos como la serotonina , que dependiendo de la calidad y cantidad de sueño puede afectar bastante tu estado de ánimo.

Es entendible que el estrés genera problemas para conciliar el sueño, por ello hay que buscar métodos que nos ayuden a descansar. Meditar, alejarnos de todos los dispositivos electrónicos 30 mins antes de dormir, leer libros que no nos lleven a pensar o cualquier actividad que ayude a descansar la mente.

¿Qué tenemos que está fuera de control?

Existen muchas cosas que no están dentro de nuestro control. No podemos tener una sensación de que el tiempo es corto, frente a las cosas que hacemos. Eso nos vuelve demasiado competitivos y nos lleva a que perdamos la paciencia y calma fácilmente. Además de tener sentimiento de culpa cuando nos relajamos.

Cuándo esto sucede es importante buscar herramientas de relajación que nos ayuden a superar esas acciones.

También debes tener en cuenta trabajar en tus emociones para reaccionar de mejor forma, ver las cosas a largo plazo y atribuir tu comportamiento a causas internas, mantener siempre tu compromiso aún si las cosas van mal y terminar todas las cosas que inicias y propones.


También busca compañía y asesoría de personas con las que te puedas desahogar del nivel de estrés que manejas es una forma de soltarlo, para que estés más feliz y tranquila.